viernes, 30 de enero de 2009

Rapunzel de Tallarín




Rapunzel de Tallarín anda guindando por la moña.

El muy conocido garrapateador en tercera persona y estrambótico delincuente digital Monsetroll (Alias Rapunzel) de Tallarín, tiene meses prisionero en su castillo sin poder expresar más allá de esas cuatro paredes sus febriles delirios feudales. Los motivos son conocidos por todos: Expulsión definitiva de un importante foro, regaño en el forito que hace aguas y pocas respuestas a sus gritos de auxilio para que alguien le hable.

Cuando la soledad del ostracismo obligado lo animaron para que fuera nuevamente a pedir cacao en el forito de los expulsados, se encontró con la desagradable noticia que bajarían la Santamaría debido a la inanición y a las travesuras gamberras de la cachete pelúo.

Tras la estampida de los monsetrolles hacia el decadente chat de Satanás y debido a la dudosa popularidad por el ojo morado de cachete pelúo, los monsetrolles esperan conseguir una cuarta o quinta bocanada de aire fresco. Recordemos que los monsetrolles han intentado en forma infructuosa regresar al foro mediante la estúpida táctica de trollear como unos bárbaros desaforados, lo cual les ha ocasionado toda una esfumatura de frustraciones y depresiones porque los Baygonazos les han caído como una zarapanda de palos.

Pero el Monseñor no se amilana.
Por ahí hemos visto a uno de los dos monsetrolles sobrevivientes arrodillándose para pedir clemencia por aquellos que fueron olvidados en las penumbras de la indiferencia.

Llenos de esperanzas, los monsetrolles han estado muy activos trabajando y maquinando su regreso al foro. Con la advertencia que como buenos delincuentes, en vez de plantearse su regreso como nuevos foristas decentes creándose un buen nombre, los muy tarados optaron nuevamente por el hackeo, la rapiña del Facebook y la averiguadera de identidades de terceros para el chantaje y el morbo malsano. Desde su nueva base de operaciones en el Satachat, los monsetrolles se dieron cuenta que se les hacía imposible continuar con su gamberreo satachatero, porque hacían menos daño que maldad de monjita.

Con nuevos bríos, los monsetrolles esperan regresar por la puerta grande al foro que los botó a patadas porque para ellos, más que una lucha idealista en contra de La Madriguera, es que no aguantan el dolor de seguir guindando por la moña abandonados en ese castillo tan pavoso del Monsetroll de Tallarín.

sábado, 10 de enero de 2009

Los nuevos MONPOTROLLES



Los nuevos MONPOTROLLES

La nueva forma de padecer los estertores del aislamiento es el contubernio entre popotrolles y monsetrolles haciendo vida parasitaria en el mentado Satachat.


Tras los últimos Baygonazos de bichitos y la desinfección interna en Entrollateprimero, los monsetrolles se quedaron sin espacio de expresión. Tampoco tienen rumbo fijo, porque el señor de las pelucas también sufre mengua en su hotelito solitario. La Malula y su Genovevo a duras penas sostienen el estandarte del gemberreo, pero en franco declive y deterioro, muy alejados de los mejores momentos que los monsetrolles tenían en un pasado reciente.

Las penurias de los vasallos del empelucado coinciden con el declive de otro personaje estrambótico, el famoso Popo, cuya caída se produjo debido a su propia tara mental.

El Popo y sus otras manifestaciones atávicas nunca pertenecieron a La Madriguera, eran huéspedes ocasionales que gracias a su fruición por fastidiar a los monsetrolles eran aceptados con recelo. Hubo varios encontronazos, como por ejemplo la vez que suspendieron a Plesman junto a otros foristas y el incidente de Osopopy, donde quedó demostrada la poca capacidad de sindéresis y la envidia de estos personajes estrambóticos. Todo llegó a su fin debido al escándalo que armó el Popo por el aneurisma de Heaven. El Popo tomó el asunto como algo de vida o muerte y comenzó su diarrea de teorías bufonescas. No aguantó el exceso de envidia, falta de atención, ridículo y boludez, terminando con la suspensión del Mandinga, la solicitud de baja de la Patachota y el auto destierro de Ewig a LDLF.

El encuentro entre los popotrolles y los monsetrolles se dio en el único sitio posible, por no decir el último reducto de vida que les quedaba, el Satachat. Ahí la manifestación ruso-Mandinga en un acto de rastrerismo puro expuso, con adulteración incluida, una serie de supuestas cartas comprometedoras que fueron las serpentinas en la fiesta de los monsetrolles.

Los que antes fueran enemigos irreconciliables, los que se publicaban supuestos datos íntimos, fotos, dedicatorias de Blogs alternos y demás formas de humillación, ahora se auto alaban, se dan palmadas y se embriagan del mismo vaso de hiel, mentiras y venganzas. En medio del paroxismo celebran la creación de nuevos bichitos y esperanzas para atacar La Madriguera. Esperanzas vacuas, porque en el fondo ellos saben que ya no tienen plataforma, se quedaron sin espacios; están marcados como indigentes digitales. Solo les queda la francachela del Satachat, un sitio despreciado donde todavía pueden expresarse y llorar… ¡JA!